TANBO GOSHINJUTSU
EL ARTE DE LA DEFENSA PERSONAL CON EL TANBO
TANBOGOSHINJUTSU
En el transcurso de la evolución técnica de un practicante de artes marciales, cuya especialidad se centra en el manejo de un arma, se cuestiona la oportunidad de utilizar las técnicas de su disciplina marcial en la defensa personal. En muchos casos el resultado de dichos pensamientos conduce a renunciar a la derivación de sus conocimientos a la defensa personal, de forma directa no así los conceptos estratégicos, pero bastante limitados al no aplicarlos conjuntamente con el arma, de la cual se es especialista.
Transportar habitualmente las armas utilizadas, en la disciplina en cuestión, es casi imposible e incluso, en la mayoría de los casos ilegal, tanto por la calle como por otros lugares que puedan comportar la posibilidad de utilizarlas en legítima defensa.
Pero hay algunas disciplinas que pueden derivar sus técnicas hacia el aprovechamiento de utensilios cotidianos. Y una de estas disciplinas es el tanbojutsu. El tanbo es un arma polivalente que sirve para practicar un arte marcial tradicional, relacionada totalmente a los conceptos del Budô tradicional (nihon kobudô koryu), en toda la extensión espiritual que esto comporta. También ofrece unas grandes posibilidades para utilizarlo como arma de defensa personal (tanbogoshinjutsu) en su derivación en el aprovechamiento de utensilios cotidianos. Y finalmente es un elemento aprovechado como arma auxiliar policial (keibo shohô).
El
aprovechamiento de los útiles cotidianos como armas nace ya en el tiempo del
esplendor de la cultura del samurai. Si buscamos entre los libros legados por
los guerreros japoneses, de alto nivel técnico, encontraremos diferentes citas
sobre este concepto, por ejemplo Yagyu Munemori escribe en su libro titulado Heihô
Kaden sho (escritos sobre la tradición familiar de la estrategia guerrera):
“Siempre
se ha de ser capaz de utilizar todo lo que se encuentra a nuestro alcance: un
simple abanico (sensu), un bastón, una pequeña caña de bambú, etc.. Con el
objetivo de provocar la ineficacia del sable del oponente.”
Como se
puede observar en estas palabras transcritas de Yagyu Munemori, éste propone la
posibilidad de utilizar cualquier elemento a nuestro alcance para el combate o la defensa personal. Esta idea fue muy
extendida entre los guerreros japoneses y surgieron no tan solo utilizaciones
esporádicas sino que fueron tan interesantes que algunas de estas propuestas se
convirtieron en métodos que fueron transmitidas en el seno de algunas escuelas.
Los Samurai
utilizaron utensilios de su vida cotidiana como armas no convencionales, entre
otras (1): las pipas de fumar (KISERU), los zapatos de madera
(GETA), los palillos de comer (OHASHI) o el parasol (TEGASA JUTSU) del cual la
escuela Takenouchi ryu ha legado un completo método. Las técnicas con armas no
convencionales no solamente fueron una posibilidad para personas de otras
clases sociales, que no fueran la guerrera, que carecían del derecho de portar
armas convencionales, sino todo lo contrario, estas técnicas también nacieron y
se mejoraron en las escuelas de los Samurai,
verdaderos expertos en el arte de combate, y traspasaron sus círculos para ser
adoptados por otras clases sociales.
Si me
circunscribo en el tanbô (palo corto) y me introduzco en la hipótesis(2) que
basa el origen de esta arma en la reutilización del Hana Neji (variedad de
fusta de equitación), como elemento de defensa personal, se puede observar que
el tanbô está inscrito en la adaptación de elementos, que no eran considerados
artefactos guerreros, como armas.
A pesar que las medidas del tanbô oscilan entre los 30 y los 50 cm., es difícil transportarlo en la actualidad por cualquier lugar, incluso en algunos aspectos es ilegal. Por esta razón el Dôjô Shintaikan, pionero en el estudio completo de la defensa personal, propone a sus alumnos nuevos enfoques en el arte de combate del palo corto (tanbôjutsu) y más concretamente facilita, con un método singular, la práctica con utensilios cotidianos que suplan el tanbô con suficiente contundencia y efectividad. Alguno de los ejemplos de los instrumentos de uso cotidiano que se pueden reutilizar como arma en el método SHINTAIKAN TANBÔGOSHINJUTSU (El arte de la defensa personal con el tanbô de la escuela Shintaikan) entre muchos otros son:
A. Revista enrollada.
Un elemento
bastante cotidiano en los recorridos, que una persona puede realizar, es una
revista, o elementos confeccionados con varias hojas de papel de parecido
diseño, como periódicos, libretas, etc... No es muy difícil que en algunos de
nuestros movimientos por una zona urbana, e incluso rural, se efectúen con una
revista, o similar, en nuestras manos. Es por tanto una opción concreta de
utilizarla como elemento útil para la defensa personal.
La revista para ser
reutilizada como tanbô se enrolla al máximo, convirtiéndola en un tubo de
papel, de esta forma se consigue una dureza considerable, y útil para practicar
diferentes técnicas de tanbôjutsu. Los golpes con sus extremos son de mucha
efectividad, sobretodo si se dirigen a los puntos débiles del cuerpo humano (jintai
kyushô). Cuando se efectúan con la zona lateral, decrece su efectividad, pero
pueden ser recomendables bien dirigidos a los kyushô por ejemplo: kuchi (boca),
mimi (oreja), hana (nariz), gansei (ojos), Hhinchu (parte frontal del cuello),
etc..
También se pueden
realizar estrangulaciones, luxaciones y proyecciones si nos centramos en el
método de nuestra escuela.
B. Paraguas plegable.
Un paraguas
plegable es también un elemento cotidiano que sirve para la defensa personal,
utilizando las técnicas del tanbôjutsu. Su estructura y sus dimensiones lo
hacen particularmente útil para suplir al tanbô en momentos de apuro. El
paraguas plegable, utilizado para la defensa personal, debe ser de cierta
calidad, pues de esta forma la estructura ofrece mayor resistencia, no obstante
es posible que tras una acción real de defensa personal con dicho elemento,
resulte bastante deteriorado.
Un punto débil del
paraguas es la zona de unión entre el mango y el cuerpo central o eje, por lo
que es razonable no agarrarlo por el mango, ya que puede separarse con lo cual perderíamos
el “arma”. También es muy interesante el conocimiento de los puntos vitales (jintai
kyushô) o zonas débiles, para que podamos causar mayor descontrol en el agresor
con el mínimo riesgo de romper el paraguas, al no tener que ejercer tanta
fuerza en el ataque.
C. Botellín de refresco.
Los refrescos carbonatados se presentan al público
en botellas de medio litro, estos botellines incluso a medio beber, siguiendo
el método de la escuela, sirve también como sustituto de un tanbô, tanto
atacando puntos vulnerables, como en estrangulaciones o luxaciones.

Desde la escuela Shintaikan invitamos a los
interesados en la defensa personal con útiles cotidianos a pedir información de
nuestro método para que ellos mismo lo juzguen
y comprueben la simplicidad, la efectividad, la contundencia y la
proporcionalidad de las técnicas.
Pau-Ramon
Shintaikan Kanchô sensei
Prohibida la reproducción total o parcial sin permiso expreso del autor
(1). Para más información sobre
las armas no convencionales japonesas se puede consultar la Enciclopedia de las
armas japonesas, autor de la cual es el maestro PAU-RAMON.
(2). Hay varias hipótesis relacionadas
con el origen del TANBO como arma, a parte de la descrita, todas son de difícil
comprobación, a falta de conseguir más bibliografía de origen japonés; por lo
que no me decanto por ninguna. A modo de ejemplo se pueden citar algunos
orígenes: “SAYA de un WAKIZASHI”, “TANTO enfundado”, “TESSEN para entreno”,
“JUTTE”, etc..